Cuando las personas se conocen,
pueden ocurrir dos cosas:
que no se gusten y no pase nada
o que se gusten para ver qué pasa.
Con dos personas que se conocen y se gustan,
también pueden ocurrir dos cosas:
que no se enamoren y pasen de verse
o que se enamoren y todo les pase juntos.
Y si dos personas se gustan,
pero solo una se enamora,
al final, la que no se enamore pasará de la otra.
Pero después, quizá después, ocurra al revés.
Porque el amor y las relaciones son circulares.
Y cuando unas se cierran, otras se abren.
Recuerden: lo malo en el amor es que siempre hay jurisprudencia.
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De mi libro ficticio «Poemas cuánticos en un mundo sin química».
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