Musa y artista, a su elección.
Ojalá un día, la ley del «solo sí es sí», ni sea necesaria.
Libre en cuerpo, obra y omisión.
Que el sexo no sea nunca una guerra,
si no se libra en la cama.
Libre de mente y acción.
Y siempre, siempre, revolución.
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