Queridos Reyes Magos:
Nunca se me habría ocurrido dispararles si no hubieran entrado en mi casa sin llamar y verles hurgando en mis zapatos. Culpen de su muerte a Papá Noel, que me dejó el arma bajo el árbol en Navidad.
La felicidad a través de la locura
Onirismos
Queridos Reyes Magos:
Nunca se me habría ocurrido dispararles si no hubieran entrado en mi casa sin llamar y verles hurgando en mis zapatos. Culpen de su muerte a Papá Noel, que me dejó el arma bajo el árbol en Navidad.
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