—¡Por fin beso a mi príncipe! —la escuchó pronunciar desde la charca. Él, permaneció allí, aposentado en un nenúfar.
La felicidad a través de la locura
Onirismos
—¡Por fin beso a mi príncipe! —la escuchó pronunciar desde la charca. Él, permaneció allí, aposentado en un nenúfar.
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