Acercó levemente su barbilla al pecho. Se quitó las gafas con la mano derecha y observó los cristales a distancia. Aproximó la lente izquierda a su boca, expulsando aire caliente e impregnándola de vaho. Metió su otra mano en el bolsillo, sacando un pañuelo blanco impoluto. Limpió el vidrio con la tela mediante suaves círculos por ambas caras. Repitió la maniobra con la otra lente y alzó sus anteojos hacia la luz, contemplando el inmaculado resultado. Los ajustó sobre su nariz y descubrió que el mundo había cambiado.
Imagen: Jamie Beck y Kevin Burg.
Juan Manuel Ramírez Paredes. Cuentos sin retorno. Madrid (2018).
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